Torre del homenaje. Planta superior
Estamos en la planta superior de la torre del homenaje. Fue en un principio la estancia principal de la torre, puesto que la planta inferior sería tan sólo su sótano y a él se accedía exclusivamente desde la escalera de caracol. A esta estancia tan sólo se podía acceder desde el patio de armas. En época árabe, probablemente, a través de una escalera de mano o cuerda; y en época cristiana, a través del patín.
Antes de su restauración presentaba muy mal estado. En la intervención de 2004 se rejuntaron las paredes, se enfoscó la bóveda y se soló la planta con losas de barro. En la bóveda también se respetaron las marcas del muro que dividía las dos estancias que en un momento tuvo la planta. En la pared se han conservado las huellas de una entreplanta más que se habilitó a partir de la colocación de rollizos para ampliar el espacio existente. También se ha dejado marcada la huella de un ventanal que se practicó a través del muro y de la entrada a esta planta añadida que se realiza desde la escalera que sube a la cubierta. También dispuso la estancia de una chimenea que serviría para calentar en invierno a la guarnición que defendía la fortaleza. En la bóveda, también se han conservado las marcas del cañizo con el que en algún momento se cubrió y posteriormente se enfoscó.
En 2020, como en el sótano y el aljibe Sur, la sala se ambientó con piezas de la exposición permanente Arteología de Wolfang Berus. La muestra del artista tuvo por objeto la recreación de piezas que pudieran haber estado en algún momento en cualquier castillo del medievo a partir de útiles en desuso y materiales reciclados. Piezas que realmente nunca existieron como tales y que nunca ocuparon parte alguna de la fortaleza de Olvera.
Muro Norte
La pared Norte de la torre del homenaje lindante con el patio de armas en la que se sitúa la puerta de salida al patín conserva la huella de apertura de un ventanal, así como las marcas de una entreplanta que tuvo que habilitarse en algún momento a partir de la colocación de rollizos. Al igual que el resto de paredes de la sala, el muro expone piezas de la exposición permanente Arteología.
Muro Sur
El muro que da a la plaza de la Iglesia, en el que se encaja la escalera de caracol que baja a la planta sótano, presenta uno de los tres ventanales de la estancia. Sus paredes se decoran también con piezas de Wolfgang Berus de la colección Artelucía, a vista de pájaro en la que el autor construye paisajes ensoñados con diferentes tipos de tierra de Olvera y de sus alrededores.
Muro Oeste
En esta pared limítrofe al cementerio parroquial, el visitante encuentra sobre el nicho conservado justo encima de la ventana, una representación de una mujer negra con su hijo en brazos a modo de madonna o virgen con niño. Se conservan fotografías históricas en las que esta ventana estavo realmente abierta en el muro. La otra obra de Berus que ocupa este testero es un tapiz de diseño geométrico con inscripciones epigráficas.
Muro Este
Esta pared —que da a la entrada en recodo de la fortaleza— aparece presidida por un tapiz de gran formato situado sobre el arco que forma la bóveda de cañón justo encima de la ventana. En el mismo, se representa con una técnica grunge —para conseguir el efecto antiguo y envejecido— el escudo de armas de Olvera encuadrado en dos orlas rectangular con los colores de la bandera de España y los de la bandera andaluza, respectivamente. Curiosamente, el autor hace un guiño a la labor del artista modificando el lema oficial de la bordura del blasón olvereño ('De mi sale la paz') por el 'De mi sale el arte'. Sobre el espacio que ocupaba la chimenea, a la izquierda de la ventana, se ha colocado una pieza que simula una armadura realizada con objetos reciclados como una percha de pie y restos de útiles de metal oxidados, barreños, cubos y tiestos.