Acceso a la fortaleza. Escalinata y acitara
El acceso a la fortaleza se realiza adaptándose a las irregularidades del terreno y al afloramiento de la propia piedra sobre el que se asienta la construcción. Su curso, a partir de una escalera trazada de Oeste a Este, es paralelo a la peña y está defendido por saeteras.
La intervención arqueológica y de consolidación del castillo practicada en 2004 homogeneizó los escalones existentes y añadió otros nuevos, así como un descansillo a mitad del tramo para facilitar la visita turística. Del mismo modo, habilitó una especie de mirador que se apoya en los propios muros de contención de la escalinata. Desde este mirador se obtienen excelentes vistas de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación y la propia plaza que lleva su nombre. En un principio, el lienzo de mampostería que actúa como baranda de la escalinata estuvo trazado de forma escalonada. Por cuestiones de seguridad está 'baranda de piedra' se dispuso en línea en la citada intervención.
Finalizada la subida, accedemos a la acitara o camisa del castillo, antesala previa a la entrada en recodo. En este lugar se descubrió una de las almenas, anteriormente cegada, lo que permitió obtener mejores vistas de la plaza de la Iglesia.
Último tramo de la escalinata
Detalle de la 'baranda de piedra' en línea. Antes de la intervención de 2004 esta baranda fue escalonada. Este último tramo conduce al interior de la acitara desde la que se obtienen excelentes vistas de la plaza de la Iglesia.
Acitara. Vista exterior
La acitara o camisa tenía como cometido, además de la protección al acceso del castillo, el de preservar la caída, ya que funciona a su vez como 'barandal' de la escalinata de acceso.